index
PROMO SAN VALENTÍN PERLAGE CREMA DE ROSTRO DEL 12-02 AL 28-02

La menopausia se siente en la piel

La menopausia se siente en la piel

¡La belleza para una mujer es importante a todas las edades!

En particular, durante la menopausia, la mujer se enfrenta a una fase de la vida llena de cambios emocionales y físicos, a veces difíciles de aceptar y comprender. El equilibrio presente hasta ese momento se descompone, afectando todo el cuerpo tanto en sus funciones como en su aspecto, debido a la disminución de las hormonas sexuales: estrógenos y progesterona. Son precisamente estas dos hormonas femeninas las principales responsables de la regulación del ciclo reproductivo, los verdaderos protagonistas de la vida femenina, importantes también desde el punto de vista estético, ya que cooperan en guiar nuestros tejidos hacia un correcto funcionamiento.

Quien primero, quien después, se encontrará atravesando esta etapa del todo natural que marca un verdadero paso obligatorio hacia una nueva conciencia de sí mismo, un nuevo cuerpo y sobre todo una nueva piel. De hecho, sucede, sobre todo después de los 40 años, mirarse al espejo y no reconocer su propio rostro: esto se debe a que será precisamente la dermis la que se verá particularmente afectada por la caída de los niveles hormonales!

A nivel biológico, dentro de nuestra piel se asistirá a una drástica reducción de la producción de colágeno, elastina y tejido adiposo, todos elementos indispensables para mantener un rostro joven y luminoso. La consecuencia de la disminución de estos dermo-componentes esenciales será, por lo tanto, bastante evidente en nuestra piel, que aparecerá cada vez menos compacta y elástica, más delgada y, sobre todo, deshidratada. En este punto de la vida tenemos dos posibilidades: interpretar esta etapa como un signo de vejez irrecuperable, o vivirla en salud y armonía con nosotras mismas.

¡Les recomendamos elegir la segunda opción!

Afortunadamente hoy no solo podemos atenuar muchos de los signos que la menopausia deja en nuestro rostro, sino que gracias a la cosmética tenemos los medios para incluso prevenirlos!

 

¿Como?

La respuesta de LeLang está contenida en sus formulaciones específicas y dirigidas, inspiradas en los descubrimientos científicos más recientes, para acompañar y apoyar a todas las mujeres que atraviesan este delicado período. Como expertos en el cuidado de la piel, sabemos bien que las transformaciones que sufre la piel, tras el final de la edad fértil, también coinciden con la variación de sus necesidades, y por esta razón el cuidado de la piel deberá cambiar teniendo en cuenta estas nuevas necesidades!

Sigue nuestras pocas y buenas normas, incorporando en tu rutina diaria algún consejo adicional que te ayudará a mantenerte joven y segura de ti misma.
¿Regla número uno? Adquiere el hábito de exfoliar la piel con regularidad y constancia. Nuestro Mandelic Enzimatic Soft Peel actúa eficazmente estimulando el recambio celular, regenerando tu rostro y despertando su luminosidad natural.

Ahora estás lista para hidratar profundamente tu piel.

Te recomendamos una crema facial intensiva, rica en principios activos nutritivos, anti-edad y protectores, como los que encontrarás en nuestra exclusiva Perlage, el tratamiento de última generación para las pieles maduras.

Para ultra-potenciar la hidratación proporcionada por las cremas, puedes aplicar unas gotas del suero 5 Complex Night Serum, un elixir con cinco aceites diferentes ricos en ácidos grasos esenciales, Omega 3 6 9, vitamina E y F que dará tono, luz y confort a tu rostro.

Como sugerencias adicionales de bienestar, queremos recordar la importancia de integrar agua desde adentro, hidratándose regularmente y consumiendo alimentos como frutas y verduras, de dormir bien y practicar actividad física. Para sentirse y verse bien, especialmente durante la menopausia, y para estar cómodas con nosotras mismas, debemos en primer lugar cuidar de todo nuestro cuerpo!

En conclusión, siguiendo un protocolo cosmético específico y un estilo de vida saludable, podemos seguir mirándonos al espejo y gustándonos, porque ¡la belleza es un vestido atemporal!